Nefrosis
La nefrosis o síndrome nefrótico hace referencia al conjunto de padecimientos que son producto de afectación a los riñones. Entre estos son la presencia de niveles altos de proteína en la orina, niveles bajos de proteína en la sangre, hiperlipidemia (colesterol alto), acumulación de líquidos (edema), presencia de ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), y aumento de probabilidades de coágulos en la sangre.
La causa de la hinchazón se explica a la falta de proteínas en la sangre; las proteínas ayudan a retener líquidos y al estar ausentes, es posible que estos líquidos se acumulen en varias partes del cuerpo. En adultos, la enfermedad más común que produce nefrosis es la glomerulosclerosis segmentaria focal (GESF).
Síntomas
Los signos y síntomas del síndrome nefrótico incluyen:
Hinchazón grave (edema), en particular alrededor de los ojos y en los tobillos y los pies
Orina con espuma, resultado del exceso de proteínas en la orina
Aumento de peso debido a la retención de líquidos
Fatiga
Pérdida del apetito
Causas del síndrome nefrótico en adultos
Glomerulopatías primarias (la causa más común en un 70 % de los casos) como la GN de cambios mínimos, GNM, GSFS, GNMP, raramente GN mesangial (incluida la nefropatía por iga), GNRP (extracapilar proliferativa), GN fibrilar, GIT
Glomerulopatías en el curso de otras enfermedades (secundarias)
No inflamatorias (metabólicas): diabetes, amiloidosis
Enfermedades autoinmunes: nefropatía lúpica, vasculitis sistémica, síndrome de Sjögren, sarcoidosis
Neoplasias: linfoma Hodgkin y linfoma no Hodgkin, leucemia linfocítica, mieloma múltiple, tumores sólidos (pulmón, mama, colon, estómago, riñón)
Reacciones medicamentosas y sustancias nefrotóxicas: AINE, oro, penicilamina, heroína, plomo, mercurio y litio
Reacciones de hipersensibilidad: veneno de insectos himenópteros y de serpientes, vacunas, antitoxinas (enfermedad del suero)
Infecciones: bacterianas (endocarditis, infección de derivaciones ventriculoauriculares, tuberculosis, lepra, sífilis), virales (VHB, VHC, VIH, VEB), enfermedades parasitarias (malaria, esquistosomiasis, filariasis)
Alteraciones del flujo sanguíneo renal: trombosis de la vena renal, hipertensión arterial maligna, insuficiencia cardíaca, talasemia
Otras: preeclampsia o eclampsia, rechazo de trasplante renal, hipotiroidismo
Glomerulopatías congénitas: síndrome nefrótico congénito, síndrome de Alport, enfermedad de Fabry.
El edema habitualmente ocurre cuando la pérdida de proteínas es >5 g/d y la concentración de albúmina sérica es ≤25 g/l. La causa básica de los edemas es la alteración en la excreción de sodio y agua (mecanismo de diferente etiología: activación simpática, del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAA), aumento de la secreción de vasopresina, disminución de la secreción del PNA). En pacientes con hipoalbuminemia <20 g/l disminuye la presión oncótica, lo que promueve la fuga de agua de la circulación al espacio extravascular.
El hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia se desarrollan principalmente como resultado de la desaceleración del catabolismo y la aceleración de la síntesis de lipoproteínas VLDL (así como otras proteínas, en respuesta a la baja presión oncótica debida a la hipoproteinemia).
La pérdida urinaria de antitrombina, proteína S y de plasminógeno, así como el incremento en la síntesis del factor V, del factor de Von Willebrand, del factor tisular, de la α2-macroglobulina y de la antiplasmina favorece la trombosis. La pérdida de igg por orina es la causa principal del aumento de la susceptibilidad a las infecciones.
¿Cómo se diagnostica el síndrome nefrótico?
Los médicos diagnostican los síndromes nefróticos mediante análisis de orina y de sangre.
Si un niño tiene un síndrome nefrótico, su médico buscará la causa y decidirá la mejor forma de tratarlo. El médico también es posible que solicite:
otros análisis de sangre
una muestra de tejido renal (o biopsia renal) para conocer las posibles causas de la afección
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es mejorar los síntomas, prevenir las complicaciones y retrasar el daño renal progresivo. Es necesario el tratamiento del trastorno causante para controlar el síndrome nefrótico. El tratamiento se puede requerir de por vida.
Los medicamentos corticosteroides, inmunodepresores, antihipertensivos y diuréticos pueden ayudar a controlar los síntomas. Asimismo, se puede necesitar antibióticos para controlar las infecciones. Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) pueden reducir significativamente el grado de pérdida de proteína en la orina y, por lo tanto, frecuentemente se prescriben para el tratamiento del síndrome nefrótico.
Si se presenta hipertensión, se la debe tratar agresivamente. Igualmente, se recomienda tratamiento del colesterol alto en la sangre y de los altos niveles de triglicéridos para reducir el desarrollo de la ateroesclerosis. La limitación de colesterol y grasas saturadas en la dieta puede ser de muy poco beneficio, porque los altos niveles que acompañan esta afección parecen ser producto de sobreproducción del hígado, más que de excesiva ingesta de grasas. Se pueden sugerir medicamentos para reducir el colesterol y los triglicéridos.
La importancia de dietas altas en proteína es de valor discutible, ya que en muchos pacientes, el hecho reducir la cantidad de proteína en la dieta disminuye la proteína en la orina. En la mayoría de los casos, se recomienda una dieta moderada en proteínas (1 gr de proteína por kilogramo de peso corporal al día). El sodio (sal) puede restringirse para ayudar en el control de la inflamación. Es posible que sea necesario reemplazar la vitamina D si el síndrome nefrótico es crónico y no responde a la terapia.
Se pueden requerir anticoagulantes para tratar o prevenir la formación de coágulos.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir síndrome nefrótico incluyen:
Afecciones médicas que pueden dañar los riñones. Ciertas enfermedades y afecciones aumentan el riesgo de desarrollar el síndrome nefrótico, como la diabetes, el lupus, la amiloidosis, la nefropatía por reflujo y otras enfermedades renales.
Ciertos medicamentos. Los medicamentos que pueden causar el síndrome nefrótico incluyen los fármacos antiinflamatorios no esteroideos y los fármacos utilizados para combatir infecciones.
Determinadas infecciones. Las infecciones que aumentan el riesgo de síndrome nefrótico incluyen el VIH, la hepatitis B, la hepatitis C y la malaria.
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