Cirrosis hepática
El hígado
El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo. Tiene un tamaño similar al de una pelota de fútbol americano y se ubica principalmente en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y encima del estómago.
Síntomas
La cirrosis, por lo general, no da señales ni tiene síntomas hasta que las lesiones hepáticas se hacen grandes. Cuando sí hay signos y síntomas, estos pueden incluir:
Fatiga
Aparición de hemorragias o hematomas con facilidad
Pérdida de apetito
Náuseas
Hinchazón de las piernas, los pies o los tobillos (edema)
Pérdida de peso
Picazón en la piel
Decoloración amarilla en la piel y los ojos (ictericia)
Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
Vasos sanguíneos en forma de arañas en la piel
Enrojecimiento en las palmas de las manos
En las mujeres, ausencia o pérdida de periodos no relacionados con la menopausia
En los hombres, pérdida del deseo sexual, agrandamiento de los senos (ginecomastia) o atrofia testicular
Confusión, somnolencia y dificultad en el habla (encefalopatía hepática)
Cirrosis compensada y cirrosis descompensada
En la cirrosis se han de considerar la compensada y la descompensada:
La fase inicial se llama cirrosis compensada. El hígado tiene gran cantidad de cicatrices, pero todavía puede realizar muchas funciones importantes y el paciente puede no tener síntomas de que su hígado está dañado. La enfermedad se detecta de manera incidental mediante exámenes de laboratorio, exámenes físicos o imágenes. Uno de los hallazgos comunes es la elevación de leve a moderada de las aminotransferasas (ALT/AST) o de la gamma-glutamiltranspeptidasa (GammaGTP) con posible agrandamiento de hígado y/o del bazo en la exploración física por imagen.
La fase avanzada se llama cirrosis descompensada. El hígado está tan dañado que no puede realizar funciones importantes para mantener el organismo de la persona en buen estado y los pacientes generalmente presentan una amplia gama de signos de alarma y síntomas que surgen por la combinación de disfunción hepática e hipertensión portal. Las complicaciones clínicas más frecuentes son: ascitis (acumulación de líquido en el abdomen), hemorragias varicosas, insuficiencia renal y encefalopatía hepática (trastorno de la función cerebral que puede ser transitoria). Los órganos más afectados son el aparato digestivo, el sistema circulatorio, el riñón y el cerebro. Cuando esto ocurre, el paciente ha de ser controlado y tratado por especialistas.
Causas
En los Estados Unidos y en la mayoría de los países desarrollados, las causas más frecuentes de cirrosis son
Abuso crónico del alcohol: El alcohol (etanol) es un depresor. El consumo de grandes cantidades de forma rápida o regular puede causar problemas de salud, incluyendo daño orgánico, coma y muerte. La genética y las características… obtenga más información (consumo excesivo de alcohol durante mucho tiempo)
La hepatitis C crónica. La hepatitis crónica se define como una inflamación del hígado que se prolonga durante un periodo de tiempo de por lo menos 6 meses. Los virus de las hepatitis B y C y ciertos fármacos
Hígado graso no derivado del consumo de alcohol (esteatohepatitis no alcohólica)
Una de las maneras en que el abuso crónico del consumo de alcohol daña el hígado es haciendo que se acumule la grasa (hígado graso Hígado graso El hígado graso es una acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en el interior de las células hepáticas. Las personas con hígado graso pueden sentirse cansadas o tener malestar… obtenga más información). El hígado graso que no está causado por el alcohol (denominado hígado graso no alcohólico) por lo general se presenta en personas con sobrepeso Obesidad La obesidad es el exceso de peso corporal. La obesidad está influenciada por una combinación de factores, que por lo general se traducen en consumir más calorías de las que necesita el organismo,
La diabetes mellitus es un trastorno en el que el organismo no produce suficiente cantidad de insulina o no responde normalmente a la misma, lo que provoca que las concentraciones de azúcar y/o colesterol elevado Introducción a los trastornos relacionados con el colesterol y con los lípidos Las grasas (lípidos) importantes que se encuentran en la sangre son Colesterol El colesterol es un componente esencial de las membranas celulares, de las células cerebrales y nerviosas.
Diagnóstico
Análisis de sangre
Hemograma: trombocitopenia (a veces es la primera y única manifestación analítica de la cirrosis hepática), anemia (es muy frecuente y generalmente macrocítica), leucopenia.
Pruebas bioquímicas: actividad de ALT y AST aumentada (generalmente AST >ALT en cirrosis sin inflamación activa y en la fase terminal puede ser normal), ALP (2-3 veces generalmente en enfermedades hepáticas colestásicas), GGT (un aumento aislado sugiere etiología alcohólica), actividad de colinesterasa disminuida, hipergammaglobulinemia (generalmente policlonal), hiperglucemia (frecuente), hipertrigliceridemia (sobre todo en la cirrosis alcohólica), hipercolesterolemia (en enfermedades hepáticas colestásicas), concentración de AFP aumentada (se da en cirrosis con gran actividad inflamatoria, si bien un valor >100-200 uds./ml indica carcinoma hepatocelular). En la cirrosis descompensada: hiperbilirrubinemia (generalmente con predominio de la bilirrubina conjugada) que no cambia o se eleva de manera lenta y generalmente no llega a valores altos (excepto las enfermedades hepáticas colestásicas), hipoalbuminemia, concentración aumentada de amonio en el suero, hipoglucemia (puede indicar insuficiencia hepática aguda, infección bacteriana o carcinoma hepatocelular), hiponatremia e hipo- o hiperpotasemia.
Pruebas de coagulación: alargamiento de TP, uno de los parámetros más sensibles de la función de los hepatocitos, precede a todas las demás manifestaciones de la descompensación metabólica y tiene un valor pronóstico.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento depende de la causa que originó, del estadio en el que se encuentre, si ya hay o no complicaciones.
En la cirrosis ocasionada con el consumo excesivo de alcohol el tratamiento consiste en que el paciente abandone completamente el alcohol.
El tratamiento de la cirrosis relacionada con hepatitis crónica viral (virus C o virus B) se basa en medicaciones que suprimen la replicación viral.
Por otro lado, se tratarán de manera específica las complicaciones que surjan.
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