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Fiebre

La fiebre es una temperatura del cuerpo más elevada de lo normal. Una temperatura normal puede variar de persona a persona, pero generalmente es alrededor de 98.6 ºF o 37 ºC. La fiebre no es una enfermedad. Por lo general, es una señal de que su cuerpo está tratando de combatir una enfermedad o infección.

Las infecciones causan la mayoría de las fiebres. Tiene fiebre porque su cuerpo está tratando de matar el virus o las bacterias que causaron la infección. La mayoría de estas bacterias y virus sobreviven bien cuando su cuerpo está a su temperatura normal. Pero si tiene fiebre, es más difícil para ellos sobrevivir. La fiebre también activa el sistema inmunitario de su cuerpo.

 Otras causas de la fiebre incluyen:

  1. Medicinas, incluyendo antibióticos, medicinas para la presión arterial y medicinas anticonvulsivas
  2. Enfermedades por el calor
  3. Cánceres
  4. Enfermedades autoinmunes
  5. Algunas vacunas para niños

El tratamiento depende de la causa de la fiebre. Si la fiebre es muy alta, su profesional de la salud puede recomendarle tomar medicinas de venta libre como el acetaminofén o el ibuprofén. Los adultos también pueden tomar aspirina, pero los niños con fiebre no deben tomar aspirina. También es importante beber suficientes líquidos para prevenir la deshidratación.

Los niños de entre 6 meses y 5 años pueden presentar convulsiones febriles. Alrededor de un tercio de los niños que tienen una convulsión febril tendrán otra, por lo general dentro de los próximos 12 meses.

 ¿Cuándo debes consultar a un médico?

La fiebre en sí misma puede no ser una causa de alarma (o un motivo para llamar al médico). Sin embargo, existen ciertas circunstancias en las que debes consultar con el médico si se trata de tu bebé, de tu niño o de ti mismo.

Bebés

Una fiebre sin causa aparente es motivo de mayor preocupación cuando se trata de bebés y niños que cuando se trata de adultos. Llama al médico de tu bebé si tu hijo tiene las siguientes características:

  • Menos de 3 meses y tiene una temperatura rectal de 100,4 °F (38 °C) o más.
  • Entre las edades de 3 y 6 meses y tiene una temperatura rectal de hasta 102 °F (38,9 °C) y parece inusualmente irritable, letárgico o incómodo o tiene una temperatura superior a 102 °F (38,9 °C).
  • Entre las edades de 6 y 24 meses y tiene una temperatura rectal superior a 102 °F (38,9 °C) que dura más de un día pero no muestra otros síntomas. Si tu hijo también tiene otros signos y síntomas, como resfrío, tos o diarrea, podrías llamar a su médico antes debido a la gravedad.

Niños

  • Probablemente, no exista motivo para alarmarse si tu hijo tiene fiebre, pero reacciona bien (hace contacto visual contigo y responde a tus expresiones faciales y a tu voz), bebe líquidos y juega.

¿Cuándo puede ser la fiebre un signo de algo grave?

  • En los niños sanos, no se deben tratar todos los episodios de fiebre. De todos modos, la fiebre alta puede hacer que su hijo se encuentre molesto e incómodo y crear problemas (como la deshidratación).
  • Los médicos deciden si tratar o no tratar la fiebre basándose en la temperatura y en el estado general del niño.
  • Los niños con una temperatura inferior a 102 ºF (38,9 ºC) no suelen necesitar medicación, a menos que tengan malestar asociado a la fiebre. Solo hay una importante excepción: si un bebé de 3 meses de edad o menos tiene una temperatura rectal de 100,4ºF (38ºC) o superior, llame al médico o acuda a un servicio de urgencias de inmediato. Hasta una fiebre leve puede ser un síntoma de una infección potencialmente grave en bebés tan pequeños.
  • Si su hijo de entre 3 meses y 3 años de edad tiene una fiebre de 102,2 ºF (39ºC) o superior, llame para saber si el médico necesita verlo. Con niños mayores, tenga en cuenta el comportamiento y nivel de actividad física del niño. El hecho de observar el comportamiento de su hijo le permitirá hacerse una buena idea de si la causa de su fiebre es una enfermedad de poca importancia o si necesita que lo vea un médico.

Cuando tiene fiebre, es decir, por encima de 38,1ºC, lo más eficaz son los medicamentos antitérmicos prescritos por el pediatra. Es imprescindible respetar la dosificación adecuada a la edad y peso del niño. Este tratamiento se puede complementar con:

  • Hidratación abundante con agua
  • No abrigar en exceso ni caldear la habitación.
  • Aplicar paños húmedos templados o frescos, nunca fríos, en la frente.
  • Darles baños con agua templada durante 15-20 minutos, dejando que el agua se vaya enfriando poco a poco a la vez que el pequeño.
  • Si la fiebre no remite o se mantiene por encima de 39,5ºC, será necesaria una nueva valoración del pediatra.

El hecho de tener fiebre significa que nuestro sistema inmune se ha activado al localizar alguna de esas situaciones, por lo que puede comenzar a luchar contra ellas:

  • Dañar directamente a los organismos patógenos
  • Inducir a la apoptosis o muerte programada de las células corporales infectadas o tumorales
  • Inducir la producción de proteínas de choque de calor para proteger a las células sanas.
  • Como curiosidad, el hecho de tener fiebre tiene un efecto positivo a la hora de luchar contra el germen causante, y que las respuestas inmunes del organismo trabajan mejor en temperaturas elevadas.

La temperatura varía a lo largo del día

La temperatura de nuestro cuerpo varía a lo largo del día. Cuando nos despertamos tenemos una temperatura diferente a la que tenemos por la tarde.

Normalmente, por la mañana solemos tener menos temperatura, alrededor de la 06:00 horas am. Se denomina temperatura basal y es la temperatura más baja que llega alcanzar nuestro cuerpo en reposo o tras dormir algunas horas.  A lo largo del día, esta temperatura aumenta ligeramente y por la tarde/noche es cuando alcanza su pico más alto.

Niveles normales de la temperatura del cuerpo

Para que se considere fiebre, se debe superar la temperatura máxima considerada “normal”. La temperatura corporal normal de una persona sana entre los 18 y 40 años debe estar comprendida entre los 36’4ºC y 37’2ºC, aunque hay personas que puede tener una temperatura corporal menor (en torno a los 35’8ºC).

Se considera fiebre una temperatura superior a 37’2ºC por la mañana.

Se considera fiebre una temperatura superior a 37’7ºC por la tarde.

Hay que diferencia entre décimas de fiebre que denominamos febrícula (hasta 37’5ºC), fiebre (a partir de 38ºC) y fiebre de urgencia (a partir de 40ºC).

 

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