¿Qué es la hernia discal?
La hernia discal se produce cuando un disco intervertebral se degenera y deteriora, lo que hace que el núcleo interno pueda filtrarse hacia una parte debilitada situada en la zona externa del disco.
Síntomas
La mayoría de las hernias de disco ocurren en la espalda lumbar, aunque también pueden ocurrir en el cuello. Los signos y síntomas dependen de la ubicación del disco y de si el disco está presionando un nervio. Por lo general, afectan un lado del cuerpo.
Dolor en brazos o piernas. Si tu hernia de disco se encuentra en la espalda lumbar, normalmente sentirás más dolor en los glúteos, el muslo y la pantorrilla. También podrías tener dolor en parte del pie. Si tu hernia de disco está en el cuello, normalmente sentirás más dolor en el hombro y el brazo. Este dolor puede aparecer en el brazo o la pierna cuando toses, estornudas o te mueves a ciertas posiciones. El dolor se describe a menudo como agudo o ardiente.
Entumecimiento u hormigueo. Las personas que tienen una hernia de disco a menudo presentan entumecimiento u hormigueo que se irradia en la parte del cuerpo servida por los nervios afectados.
Debilidad. Los músculos servidos por los nervios afectados tienden a debilitarse. Esto puede hacer que tropieces o se afecte tu capacidad para levantar o sostener objetos.
Pruebas y exámenes
Un examen físico cuidadoso y la historia clínica casi siempre es el primer paso. Según dónde tenga los síntomas, so proveedor le examina el cuello, el hombro, los brazos y las manos o la región lumbar, las caderas, las piernas y los pies.
Su proveedor examinará:
En busca de entumecimiento o pérdida de la sensibilidad
Reflejos musculares, que pueden estar más lentos o ausentes
Fuerza muscular, que puede ser más débil
Postura o la forma de la curvatura de la columna
Su capacidad de flexionar la columna
Su proveedor también puede solicitarle que:
Se siente, se pare y camine. Mientras usted camina, su proveedor puede pedirle que lo haga en los dedos del pie y luego sobre los talones.
Se doble hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados.
Mueva el cuello hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados.
Eleve los hombros, el codo, la muñeca y la mano, y le revise su fuerza durante estas tareas.
El dolor en la pierna que se presenta cuando usted se sienta en la mesa de exploración y levanta la pierna extendida generalmente sugiere la presencia de una hernia discal en la región lumbar.
En otro examen, usted doblará la cabeza hacia adelante y hacia los lados, mientras el proveedor aplicará presión ligera hacia abajo sobre la parte superior de la cabeza. Por lo general, el aumento del dolor o del entumecimiento durante este examen es un signo de presión sobre un nervio en el cuello.
Tratamientos para la hernia de disco lumbar
En la mayoría de los casos, si el dolor de un paciente va a mejorar, comenzará a hacerlo en un plazo de seis semanas aproximadamente.
Mientras se espera a ver si los síntomas se reducen por sí solos, varios tratamientos no quirúrgicos pueden ayudar a aliviar el dolor y facilitar la curación a largo plazo. Entre los tratamientos no quirúrgicos para la hernia de disco se encuentran:
Fisioterapia
Manipulación osteopática/quiropráctica (manipulación manual)
Terapia con calor o hielo
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Esteroides orales (p. ej., prednisona o metilprednisolona)
Una inyección epidural (cortisona)
Si el dolor y otros síntomas continúan después de seis semanas, y si el dolor es intenso, es razonable considerar una cirugía de microdiscectomía como una opción.
Cirugía de hernia de disco lumbar
La microdiscectomía tiene como objetivo aliviar la presión sobre la raíz nerviosa y proporcionar un mejor entorno de curación al nervio. Por lo general, solo la porción pequeña del disco, que empuja contra la raíz del nervio, debe ser eliminada, y la mayor parte del disco intervertebral permanece intacta.
Mediante el uso de técnicas de microcirugía y una pequeña incisión, una microdiscectomía puede por lo general realizarse de forma ambulatoria o con una noche de internación en el hospital. La mayoría de los pacientes pueden volver a trabajar a pleno en una a tres semanas.
Con un cirujano experimentado, la tasa de éxito de esta cirugía debe ser de aproximadamente 95%.
¿Quién puede padecer una hernia discal?
La hernia discal lumbar puede aparecer a cualquier edad aunque es una condición que afecta más comúnmente a gente de entre 30-50 años.
Por lo tanto, tiene un impacto económico significativo en la población en general, puesto que se trata de sujetos en plena actividad laboral.
¿Cuál es el pronóstico de la hernia discal?
Si la indicación es correcta y la técnica de la cirugía discal se realiza cuidadosamente, se consiguen unas tasas de éxito superiores al 85-90%.
Es importante dejar claro que en la cirugía de la hernia discal es más probable que mejore el dolor irradiado a la extremidad inferior que el dolor lumbar.
Complicaciones
Justo por encima de la cintura, termina la médula espinal. Lo que continúa a través del canal medular es un grupo de largas raíces nerviosas que se asemejan a la cola de un caballo (cauda equina).
En raras ocasiones, la hernia de disco puede comprimir todo el canal medular, incluidos todos los nervios de la cauda equina. Pocas veces, se puede requerir cirugía urgente para evitar la debilidad o parálisis permanente.
Busca atención médica de emergencia si tienes:
Empeoramiento de los síntomas. El dolor, el entumecimiento o la debilidad pueden aumentar hasta el punto de dificultar tus actividades diarias.
Disfunción de la vejiga o de los intestinos. El síndrome de cauda equina puede causar incontinencia o dificultad para orinar, incluso con la vejiga llena.
Anestesia en silla de montar. Esta pérdida progresiva de la sensibilidad afecta las áreas que tocarían una silla de montar: la parte interna de los muslos, la parte posterior de las piernas y el área alrededor del recto.
¿Cómo se puede prevenir?
El riesgo de padecer una hernia discal puede reducirse manteniendo un estilo de vida sana y un peso adecuado. También es importante hacer ejercicio regular. Cuando se levantan objetos pesados es importante aplicar una técnica segura para evitar una tensión innecesaria. Fumar también provoca que los discos pierdan flexibilidad y dejarlo puede ayudar a reducir las posibilidades de sufrir una hernia discal.
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