Ingestión
Los ácidos causan necrosis; se forma una escara, que limita el daño. Los ácidos tienden a afectar el estómago más que el esófago. Los álcalis provocan una necrosis por licuefacción rápida; no forman escaras y el daño continúa hasta que el álcali es neutralizado o diluido. Los álcalis tienden a afectar el esófago más que el estómago, pero la ingestión de grandes cantidades afecta gravemente a ambos por igual.
Los productos sólidos tienden a dejar partículas que se entierran o quedan pegadas y queman los tejidos, lo que desalienta la ingestión continua y localiza el daño. Como los preparados líquidos no quedan pegados, pueden ingerirse grandes cantidades fácilmente, y el daño puede estar más diseminado. Los líquidos también pueden aspirarse, lo que produce lesiones de las vías aéreas.
Síntomas
Los síntomas típicos son dolor en la garganta o el pecho, un bulto en la garganta o el pecho y dificultades para tragar. Otros síntomas comunes pueden ser sangre en la saliva, rehusarse a comer, reflejo nauseoso, náuseas o vómitos. Los niños pequeños pueden babear más de lo habitual. Si el objeto comienza a producir complicaciones, la persona afectada puede comenzar a vomitar sangre, desarrollar dolor abdominal, sentirse somnoliento o colapsar.
Causas
La indigestión tiene muchas causas posibles. A menudo, la indigestión está relacionada con el estilo de vida y puede ser provocada por alimentos, bebidas o medicamentos. Entre las causas frecuentes de la indigestión se incluyen las siguientes:
Comer en exceso o demasiado rápido
Alimentos grasosos o picantes
Cantidad excesiva de cafeína, bebidas alcohólicas, chocolate o bebidas carbonatadas
Tabaquismo
Ansiedad
Ciertos antibióticos, analgésicos y suplementos de hierro
La causa más frecuente de la indigestión es una afección conocida como dispepsia funcional o no ulcerosa, que está relacionada con el síndrome de colon irritable.
En ocasiones, la indigestión está causada por otras afecciones, como:
Inflamación del estómago (gastritis)
Úlceras pépticas
Enfermedad celíaca
Cálculos biliares
Estreñimiento
Inflamación del páncreas (pancreatitis)
Cáncer de estómago
Obstrucción intestinal
Flujo sanguíneo reducido en el intestino (isquemia intestinal)
Diabetes
Enfermedad de la tiroides
Embarazo
Diagnóstico
Es probable que tu médico comience con los antecedentes médicos y con un examen físico minucioso. Esas evaluaciones pueden bastar si tu indigestión es leve y no presentas ciertos síntomas, como la pérdida de peso y los vómitos repetidos.
Pero si tu indigestión empezó muy de repente, y tienes síntomas graves o eres mayor de 55 años, tu médico puede recomendar:
Pruebas de laboratorio, para comprobar si hay anemia u otros trastornos metabólicos.
Pruebas respiratorias y de heces, para comprobar si hay helicobácter pylori (H. pylori), la bacteria asociada a las úlceras pépticas, que puede causar indigestión.
Endoscopía, para comprobar si hay anomalías en tu tracto digestivo superior, sobre todo en personas mayores con síntomas más persistentes. Es posible que te tomen una muestra de tejido (biopsia) para un análisis.
Pruebas por imágenes (rayos X o tomografías computarizadas), para detectar una obstrucción en los intestinos u otro problema.
Tratamiento
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar la indigestión. El médico puede recomendarte lo siguiente:
Evitar los alimentos que desencadenan la indigestión
Comer de cuatro a seis comidas pequeñas al día en lugar de tres comidas grandes
Reducir o eliminar el uso de alcohol y cafeína
Evitar ciertos analgésicos, como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y el naproxeno sódico (Aleve)
Encontrar alternativas a los medicamentos que desencadenan la indigestión
Controlar el estrés y la ansiedad
Si tu indigestión persiste, los medicamentos pueden ayudar. Los antiácidos de venta libre suelen ser la primera opción. Otras opciones incluyen las siguientes:
Inhibidores de la bomba de protones, que pueden reducir la acidez estomacal. Se pueden recomendar inhibidores de la bomba de protones especialmente si experimentas acidez estomacal junto con indigestión.
Bloqueadores de los receptores H2, que también pueden reducir el ácido del estómago.
Procinéticos, que pueden ser útiles si tu estómago se vacía lentamente.
Antibióticos, que pueden ayudar si la bacteria helicobácter pylori está causando tu indigestión.
Antidepresivos o ansiolíticos, que pueden aliviar el malestar de la indigestión al disminuir la sensación de dolor.
Prevención
Las medidas preventivas incluyen:
Corte los alimentos en pedazos pequeños para niños pequeños. Enséñeles a masticar bien.
Enséñele a los niños a no reírse, hablar ni jugar mientras tengan comida en la boca.
No les dé a los niños menores de tres años alimentos que puedan representar un riesgo potencial como perros calientes, uvas enteras, nueces, palomitas de maíz, alimentos con huesos o semillas, caramelos duros.
Mantenga los objetos pequeños fuera del alcance de los niños pequeños.
Enséñele a los niños a evitar colocar objetos extraños en su nariz o en otras aberturas del cuerpo.
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