¿Qué es la parálisis cerebral?
La parálisis cerebral es un problema que afecta al tono muscular, el movimiento y las habilidades motoras. Entorpece la capacidad de moverse de una forma voluntaria y coordinada. La parálisis cerebral puede afectar a funciones corporales que implican el uso de habilidades motoras y musculares como respirar, el control de esfínteres (heces y orina), la alimentación y el aprendizaje.
La parálisis cerebral suele ser consecuencia de un daño cerebral que ocurre antes o durante el nacimiento del bebé, o bien en los primeros 3 a 5 años de la vida del niño. El daño cerebral también puede llevar a otros problemas de salud, como los problemas en la vista, la audición y el habla
La parálisis cerebral infantil (PCI) es un grupo de trastornos que afectan la capacidad de una persona para moverse y mantener el equilibrio y la postura. Es la discapacidad motora más frecuente en la niñez. Cerebral significa que tiene relación con el cerebro. Parálisis (palsy, en inglés) significa debilidad o problemas con el uso de los músculos. La parálisis cerebral infantil (también abreviada parálisis cerebral) es causada por el desarrollo anormal del cerebro o por daño al cerebro en desarrollo que afecta la capacidad de la persona para controlar los músculos.
La parálisis cerebral espástica puede afectar distintas áreas del cuerpo
- Hemiplejía significa que la parálisis afecta una mitad del cuerpo
- Diplejía significa que afecta las piernas
- Triplejía significa que afecta tres de las extremidades
- Cuadriplejía significa que afecta las cuatro extremidades
La parálisis cerebral espástica es el tipo de parálisis cerebral más común. Afecta a aproximadamente el 80 % de las personas con parálisis cerebral.
Las personas que tienen este tipo tienen mayor tono muscular. Esto significa que sus músculos están rígidos y que, en consecuencia, se mueven con dificultad. La parálisis cerebral espástica generalmente se describe por la parte del cuerpo afectada:
- Diplejia y diparesia espástica: con estos tipos de parálisis cerebral la rigidez muscular se presenta principalmente en las piernas y menos en los brazos o no los afecta en absoluto. Las personas con diplejia o diparesia espástica podrían tener dificultad para caminar porque la rigidez de los músculos de la cadera y las piernas hace que las piernas se junten, se giren hacia adentro y se crucen a la altura de las rodillas (lo que se conoce como marcha en tijeras).
- Hemiplejia y hemiparesia espástica: estos tipos de parálisis cerebral afectan un solo lado del cuerpo y, por lo general, más el brazo que la pierna.
- Cuadriplejia y cuadriparesia espástica: estos son los tipos de parálisis cerebral espástica más graves; afectan las cuatro extremidades, el torso y la cara. Las personas con cuadriplejia o cuadriparesia espástica por lo general no pueden caminar y suelen tener otras discapacidades del desarrollo como discapacidad intelectual, convulsiones, o problemas de la visión, el oído o el habla.
Signos tempranos
- Los signos de parálisis cerebral varían considerablemente porque existen muchos tipos y diferentes niveles de discapacidad. El signo principal es retraso en alcanzar los indicadores del desarrollo motores o del movimiento (como voltearse o rodar hacia los lados, sentarse, pararse o caminar). Los siguientes son otros posibles signos de parálisis cerebral. Es importante señalar que algunos niños pueden presentar algunos de estos signos, aunque no tengan parálisis cerebral.
- Algunos niños con parálisis cerebral también sufren discapacidad intelectual, problemas de comportamiento, dificultades de visión o auditivas y/o trastornos convulsivos.
- El diagnóstico se sospecha cuando el niño aprende tarde a caminar o a desarrollar otras habilidades motoras o cuando los músculos están rígidos o son débiles.
- La mayoría de los niños con parálisis cerebral llegan a la edad adulta.
- No hay curación para la parálisis cerebral, pero la fisioterapia, la terapia ocupacional y la logopedia, y en ocasiones el tratamiento farmacológico y/o quirúrgico pueden ayudar a los niños a conseguir su máximo potencial.
Los bebés prematuros son particularmente vulnerables, posiblemente en parte porque en cierta zona de su cerebro algunos vasos sanguíneos son delgados y sangran con facilidad. Las altas concentraciones de bilirrubina en la sangre derivan en una forma de lesión cerebral denominada kernícterus (encefalopatía bilirrubínica, ictericia nuclear), que puede provocar parálisis cerebral.
Durante los primeros dos años de vida, enfermedades graves, como la inflamación de los tejidos que recubren el encéfalo (meningitis), una infección grave de la sangre (septicemia), lesiones y deshidratación grave pueden dañar el cerebro y derivar en parálisis cerebral.
¿Cómo se diagnostica la parálisis cerebral?
El diagnóstico de la parálisis cerebral implica varios pasos:
- Monitoreo (o vigilancia) del desarrollo significa observar el crecimiento y desarrollo de un niño a lo largo del tiempo. Si hay alguna inquietud sobre el desarrollo de su hijo, entonces debe someterse a una prueba del desarrollo lo antes posible
- Prueba del desarrollo implica darle a su hijo un examen corto para detectar si tiene retrasos motores, de movimiento u otros retrasos del desarrollo. Si las pruebas de detección no son normales, el profesional de la salud recomendará otras evaluaciones
- Se realizan evaluaciones médicas y del desarrollo para diagnosticar el trastorno de su hijo. El profesional usa muchas herramientas para hacer el diagnóstico:
- Verificación de las habilidades motoras, el tono muscular, los reflejos y la postura de su hijo
- Su historia clínica
- Pruebas de laboratorio, pruebas genéticas y / o pruebas por imágenes
Complicaciones
La debilidad muscular, la espasticidad muscular y los problemas de coordinación pueden contribuir a una serie de complicaciones, ya sea durante la infancia o en la edad adulta, incluidas las siguientes:
- Es el acortamiento del tejido muscular debido a una tensión muscular seria (espasticidad). La contractura puede inhibir el crecimiento óseo, hacer que los huesos se doblen y provocar deformidades articulares, dislocaciones o dislocaciones parciales.
- Envejecimiento prematuro. La mayoría de las personas con parálisis cerebral se ven afectadas por algún tipo de envejecimiento prematuro a partir de los 40 años debido a la tensión que la afección ejerce sobre sus cuerpos.
- Desnutrición. Los problemas de deglución o de alimentación que sufren las personas con parálisis cerebral pueden dificultar la obtención de suficientes nutrientes, particularmente en el caso de los bebés. Esto puede perjudicar el crecimiento y debilitar los huesos. Algunos niños necesitan una sonda de alimentación para obtener suficiente nutrición.
- Trastornos de la salud mental. Las personas con parálisis cerebral podrían tener problemas de salud mental, p. ej., depresión. El aislamiento social y los desafíos de enfrentar las discapacidades pueden contribuir a la depresión.
- Enfermedades cardíacas y pulmonares. Las personas con parálisis cerebral pueden sufrir enfermedades cardíacas y pulmonares, y trastornos respiratorios.
- La presión sobre las articulaciones o la alineación anormal de las articulaciones debido a la espasticidad muscular puede conllevar la aparición temprana de esta dolorosa enfermedad ósea degenerativa.
- Las fracturas debidas a la baja densidad ósea (osteopenia) pueden ser consecuencia de varios factores comunes, como la falta de movilidad, las deficiencias nutricionales y el uso de fármacos antiepilépticos.
¿Se puede prevenir la parálisis cerebral?
No se pueden prevenir los problemas genéticos que pueden causar parálisis cerebral, pero puede ser posible controlar o evitar algunos de sus factores de riesgo. Por ejemplo, asegurarse de que las mujeres embarazadas sean vacunadas podría prevenir ciertas infecciones que pueden causar parálisis cerebral en los bebés por nacer. El uso de asientos de automóvil para bebés y niños pequeños podría prevenir lesiones en la cabeza, las que pueden ser una causa de parálisis cerebral.