¿Qué es la migraña?
La migraña es una condición común que está relacionada con el cerebro. Generalmente (aunque no siempre), produce dolor de cabeza pulsante, a veces en un solo lado. El dolor empeora con el movimiento.
Causas de las migrañas
- Se desconoce la causa exacta de las migrañas. Los científicos creen que las migrañas ocurren porque algunas neuronas (las células nerviosas del cerebro) dejan de funcionar adecuadamente y envían mensajes equivocados. Esto puede afectar al sistema nervioso que regula el dolor.
- Independientemente de cuál sea la causa, los expertos coinciden en que hay distintos factores que pueden desencadenar episodios o ataques de migraña en las personas que las padecen.
- Entre los desencadenantes más frecuentes, se incluyen los siguientes:
- El estrés
- Los cambios en las concentraciones hormonales, como los causados por los períodos menstruales o el uso de píldoras anticonceptivas
- Saltarse comidas
- La deshidratación
- El exceso de cafeína o la abstinencia de cafeína (por haber reducido el consumo habitual de cafeína)
- Algunos alimentos (alcohol, queso, cítricos, pizza, chocolate, helado, etc.)
- Cambios bruscos en los patrones de sueño
- Fumar
- Cambios climáticos
Tipos
Cefalea de racimo: es más frecuente en mujeres. Se trata de un dolor en uno de los lados de la cabeza que se extiende hasta llegar al ojo. Puede durar unos 15 minutos y, a menudo, ocurre por la noche.
Migrañas o jaquecas: constituye un conjunto de síntomas entre los que se encuentran, además del dolor de cabeza, vómitos, náuseas, sensibilidad a la luz y al ruido. Las migrañas son trastornos que tienen base hereditaria. El dolor suele localizarse en una parte de la cabeza o en toda. Tiene un carácter pulsátil y se acompaña de un malestar generalizado. Este dolor empeora, normalmente, con la actividad física y mejora con el reposo. Afecta a 17 de cada 100 mujeres y a un 5% de los hombres.
Migrañas con aura: La migraña con aura afecta a entre un 15% y un 30% de las personas que padecen esta patología y se distingue del resto de tipos de migraña por la aparición de síntomas que pueden afectar a la vista o el tacto, e incluso, a la capacidad de hablar. Como señala Sonia Santos, Neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, “en la migraña con aura, la diferencia fundamental respecto a los pacientes que no la tienen, es la presencia de una focalidad neurológica y transitoria, que se produce habitualmente antes del dolor de cabeza. Los síntomas se instauran de forma progresiva en más de 5 minutos y se mantienen una hora, aunque habitualmente duran 20-30 minutos”.
Diez consejos para controlar la migraña
Prevenir las crisis constituye uno de los pilares del tratamiento para la migraña, además de aprender a mitigar el dolor desde casa. Para conseguirlo, pueden resultar útiles los siguientes consejos:
- Acude a tu médico siempre que sea necesario.
No te resignes a sufrir las dolorosas migrañas, porque pueden tratarse y moderarse. Si el número de crisis o la intensidad del dolor aumentan, no dudes en acudir al especialista y en seguir el tratamiento que te prescriba.
- Aprende a reconocer los desencadenantes de tus crisis.
Como estos varían de una persona a otra, en primer lugar deberás identificarlos, con ayuda de tu médico. Trata de recordar si cuando tuviste las últimas migrañas habías estado expuesto a algún ruido, luz u olor intenso, o si habías ingerido algún alimento determinado, y evítalos.
- Elabora un calendario o diario de cefaleas.
Se trata de un pequeño documento, muy sencillo, donde simplemente deberás ir anotando la fecha de tus crisis de dolor de cabeza, junto con otros datos, como la intensidad del dolor y su repercusión en las actividades de la vida diaria, síntomas acompañantes, medicamentos y dosis empleadas. Toda esta información será de gran utilidad para tu médico, ya que puede ayudarle a diagnosticarte, confirmar o detectar un abuso de medicación y, sobre todo, decidir qué tratamiento agudo y preventivo utilizar en el futuro.
- Cuida lo que comes.
Seguir una dieta variada y equilibrada es siempre saludable, pero las personas con migraña deben evitar los alimentos que, como el chocolate, la leche, el queso curado o el vino, pueden desencadenar las crisis, al igual que el alcohol en general. Así mismo, evita aquellos alimentos y bebidas que sepas que en el pasado te han desencadenado ataques de migraña. También es importante mantener una rutina, haciendo las comidas a la misma hora y en cantidades similares.
- Mantén horarios regulares de sueño.
Las variaciones en los patrones de sueño pueden ser también responsables de los ataques de migraña, por lo que conviene seguir unos horarios lo más regulares posibles y, además, dormir al menos siete u ocho horas diarias. No duermas de más ni de menos los fines de semana.
- Plántale cara al estrés.
La ansiedad que producen determinadas situaciones personales o laborales es también un probable desencadenante, por lo que se debe tratar de mantener la calma ante las complicaciones. Te ayudarán la práctica de deporte u otras actividades relajantes, como el yoga o la meditación.
- Aíslate en un lugar tranquilo.
Los lugares ruidosos u olores penetrantes pueden desencadenar las crisis y, en cualquier caso, nunca las alivian. Por ello, cuando sufras una migraña, enciérrate en una habitación a oscuras y túmbate en la cama o el sofá, para evitar estímulos como la luz, el ruido o el movimiento.
- Respira de forma relajada.
Cuando ya se produce una crisis, respirar de manera adecuada te ayudará a mantener a raya el dolor. Así, respira lenta y profundamente, y concéntrate en tu respiración por un momento; verás que el dolor de cabeza disminuye y comenzarás a sentirte mejor.
- No abuses de los medicamentos.
Toma solo aquellos que te prescriba el médico y del modo en que te lo indique, y no olvides que ingerir demasiados analgésicos o antinflamatorios puede provocar cefaleas de rebote.
- Pero tampoco los evites.
La medicina alternativa puede ser un complemento a las técnicas de relajación, pero solo los fármacos tienen un efecto demostrado para prevenir y frenar las crisis.