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¿Qué es la osteoartritis?

La osteoartritis (OA) es una de las enfermedades más antiguas y comunes entre los seres humanos. Cuando una persona tiene osteoartritis, el cartílago de las articulaciones desgasta, lo que puede causar dolor y rigidez en las articulaciones. La OA también es conocida por muchos otros nombres, tales como enfermedad articular degenerativa, artrosis, osteoartrosis o artritis hipertrófica. La osteoartritis no es la misma enfermedad que la osteoporosis, la cual debilita los huesos debibo a una pérdida de masa ósea, lo que puede resultar en hombros redondeados, perdida de altura e incluso, dolorosas fracturas). Existen muchas afecciones y dolencias que pueden causar OA: exceso de peso, lesión en una articulación; debilidad muscular; daños en los nervios que suplen la zona de las articulaciones; la enfermedad del sinovio e incluso factores hereditarios.

¿Cómo se desarrolla?

Cada una de las articulaciones tiene cinco componentes principales: huesos, tendones, ligamentos, cartílago de, y líquido sinovial.

Los tendones son tejido conectivo fibroso que unen los músculos a los huesos.

Ligamentos son tejido conectivo fibroso que unen los huesos a otros huesos.

El cartílago es un tejido firme pero flexible que cubre los extremos de los huesos dentro de la articulación.

Líquido sinovial es un claro, líquido espeso que actúa como un lubricante natural.

 

Síntomas

Los síntomas de la artrosis con frecuencia se desarrollan con lentitud y empeoran con el tiempo. Los signos y síntomas de la artrosis incluyen los siguientes:

Dolor. Las articulaciones afectadas pueden doler durante o después del movimiento.

Rigidez. La rigidez en las articulaciones puede ser más notoria al despertar o después de estar inactivo.

Sensibilidad. Es posible que su articulación esté sensible cuando aplicas un poco de presión sobre ella o cerca de ella.

Pérdida de flexibilidad. Es posible que no puedas mover la articulación en todo su rango de movimiento.

Sensación chirriante. Es posible que sientas una sensación chirriante al usar la articulación y que oiga chasquidos.

Osteofitos. Estos pedazos adicionales de hueso se sienten como bultos duros y pueden formarse alrededor de la articulación afectada.

Hinchazón. Esto puede producirse por la inflamación de los tejidos blandos alrededor de la articulación.

Causas

El cartílago es el tejido firme y elástico que protege los huesos en las articulaciones. Este permite que los huesos se deslicen uno sobre otro. Cuando el cartílago se rompe y se desgasta, los huesos se rozan. Esto a menudo provoca dolor, hinchazón y rigidez de OA.

A medida que la OA empeora, se pueden formar espolones óseos o hueso adicional alrededor de la articulación. Los ligamentos y músculos alrededor de la articulación pueden volverse más débiles y más rígidos.

Antes de los 55 años, la enfermedad ocurre por igual en hombres y mujeres. Después de los 55, es más común en las mujeres.

Otros factores también pueden llevar a OA:

La OA tiende a ser hereditaria.

Tener sobrepeso aumenta el riesgo OA en las articulaciones de la cadera, la rodilla, el tobillo y el pie. Esto es debido a que el peso extra causa más desgaste y ruptura.

Las fracturas u otras lesiones articulares pueden llevar a la OA posteriormente en la vida. Esto incluye lesiones al cartílago y los ligamentos en las articulaciones.

Los trabajos que implican arrodillarse o estar en cuclillas durante más de una hora al día o que implican levantar objetos, subir escaleras o caminar aumentan el riesgo de OA.

La práctica de deportes que implican un impacto directo sobre la articulación (fútbol americano), torsión (baloncesto o fútbol soccer) o lanzar también aumentan el riesgo de OA.

 

Factores de riesgo

Edad avanzada. El riesgo de tener artrosis aumenta con la edad.

Sexo. Las mujeres son más propensas a padecer artrosis, aunque no está claro por qué.

Obesidad. Tener sobrepeso contribuye a la artrosis de varias maneras, y mientras más peso tengas, mayor será tu riesgo. Un peso mayor agrega estrés a las articulaciones que soportan peso, como las caderas y las rodillas. Además, el tejido graso produce proteínas que pueden causar inflamación en las articulaciones y alrededor de estas.

Lesiones articulares. Las lesiones, como las que ocurren al practicar deportes o por un accidente, pueden aumentar el riesgo de artrosis. Incluso las lesiones que ocurrieron hace muchos años y que aparentemente ya sanaron pueden aumentar el riesgo de artrosis.

Tensión repetida en la articulación. Si tu trabajo o un deporte que practicas someten a una articulación a un esfuerzo repetitivo, esa articulación podría presentar artrosis con el tiempo.

La genética. Algunas personas heredan la tendencia a desarrollar artrosis.

Deformidades óseas. Algunas personas nacen con articulaciones malformadas o cartílagos defectuosos.

Ciertas enfermedades metabólicas. Estas incluyen diabetes y una afección en la cual su cuerpo tiene demasiado hierro (hemocromatosis)

 

¿Puede prevenirse la osteoartritis?

Los médicos creen que algunas personas pueden disminuir su riesgo de desarrollar OA o retrasarla siguiendo estos pasos:

Mantener un peso corporal saludable o adelgazar.

Participar en actividades físicas de manera regular.

Evitar lesiones a las articulaciones.

Adaptar los trabajos que requieran flexionar las rodillas o cargar peso.

Aunque la incidencia de OA alcanza su máximo alrededor de los 45 años, más y más jóvenes están desarrollando el padecimiento. En ciertos casos, la OA resulta de lesiones deportivas de la infancia que se manifiestan aproximadamente una década más tarde. Los niños con trastornos congénitos también pueden presentar OA prematuramente. Las investigaciones muestran que los jóvenes que trabajan en el ejército también pueden ser más propensos a la enfermedad.

¿Cómo se puede controlar?

Un buen programa de tratamiento puede ayudarle a disminuir el dolor y otros síntomas, mejorar el movimiento y funcionalidad articular, mantener un peso saludable o adelgazar si tiene exceso de peso y facilitarle las tareas diarias y aumentar su calidad de vida.

Su programa de tratamiento se basará en el avance de su enfermedad, las articulaciones afectadas, sus síntomas y otros problemas médicos. También deberán tomarse en consideración su edad, ocupación y sus actividades cotidianas.

Su tratamiento seguramente incluirá muchas cosas que puede hacer por sí mismo para controlar su OA. Deberá colaborar conjuntamente con doctor y otros miembros de su equipo médico para asegurarse de que su programa atienda a sus necesidades.

Un plan puede incluir una combinación de terapia física y/u ocupacional, actividad física regular, control de peso si tiene sobrepeso, y medicamentos. Cuando estas medidas no funcionan, se podría considerar la intervención quirúrgica en ciertas articulaciones, como caderas o rodillas.

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