Trombosis
La TVP es el tipo más común de trombosis venosa pero un trombo puede formarse en cualquier parte del sistema venoso.
Si una parte o la totalidad del coágulo de sangre en la vena se interrumpe del sitio donde se forma, puede viajar a través del sistema venoso; lo que se llama émbolo. Si el émbolo se aloja en el pulmón, se le llama embolismo pulmonar (EP). Aa veces se trata tanto de la TVP como de la EP.
¿Cuáles son los síntomas de la trombosis?
Las señales a las que uno debe estar atento son:
Hinchazón.
Calor en la zona.
Dolor.
Enrojecimiento.
Inflamación.
Con un estudio denominado eco doppler de venas de miembros inferiores se consigue determinar el diagnóstico para que luego el médico establezca el tratamiento idóneo en cada caso particular. La mejor forma de prevenir trombosis es un estilo de vida saludable.
¿Cuáles son sus causas y factores de riesgo?
En muchos casos, se desconoce la causa de esta patología. Las trombosis venosas profundas se pueden producir después de intervenciones quirúrgicas (cirugías ortopédicas como las de cadera, rodilla, etc. son de mucho riesgo), de encamamientos prolongados, enfermedades infecciosas, tumores, deshidratación… En general, cualquier circunstancia o factor que lleve a la sangre a circular a menor velocidad o a que se coagule más de lo normal puede originar la formación de un trombo.
Igualmente, son factores de riesgo de formación de trombos las lesiones en la capa interna de una vena, normalmente provocadas por traumatismos u otras circunstancias.
Las trombosis venosas son más frecuentes a medida que avanzamos en la edad. Por eso, podemos decir que incrementa el riesgo de padecer un trombo tener más de 60 años -aunque puede ocurrir a cualquier edad-. También puede influir llevar un estilo de vida sedentario, padecer sobrepeso, obesidad u otras enfermedades como la diabetes y la hipertensión, así como los antecedentes personales o familiares de haber sufrido episodios previos de trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar.
Además, hay que saber que la sangre circula más lentamente si existen vendajes que opriman las venas o hay limitación del movimiento, como sucede, por ejemplo,durante viajes largos en avión, en el denominado síndrome de clase turista.
El riesgo de una coagulación excesiva es mayor si, por ejemplo, se padecen enfermedades hereditarias relacionadas con la coagulación de la sangre, se sigue terapia de reemplazo hormonal o se toman anticonceptivos orales. Igualmente, existen unos trastornos de la coagulación heredados, llamados trombofilia, en cuyo caso se debe tener especial precaución y realizar la prevención adecuada de las trombosis. Algunos casos de trastornos heredados se diagnostican por abortos de repetición. Por su parte, las trombosis venosas superficiales se producen de forma mayoritaria sobre varices previas, por lo que un adecuado tratamiento preventivo es esencial.
¿Cómo se diagnostica el tromboembolismo venoso?
Los métodos actualmente disponibles para el diagnóstico del tromboembolismo venoso incluyen el diagnóstico clínico, las pruebas analíticas y los estudios radiológicos.
La presencia de síntomas y/o signos aislados no permite realizar el diagnóstico con certeza por ser inespecíficos. Por ello, son siempre necesarias pruebas complementarias, siendo fundamental la ecografía venosa (de rápida de realización, indolora y poseer elevada sensibilidad) y el TAC helicoidal, para descartar embolismo pulmonar.
En la actualidad si los resultados de la ecografía y/o TAC y de una prueba especial de laboratorio (el Dímero D) son negativos puede descartarse con seguridad el diagnóstico de tromboembolismo venoso, sin necesidad de recurrir a pruebas invasivas.
Prevención de la trombosis venosa profunda
Los siguientes consejos pueden ayudar a prevenir la TVP:
Comience a moverse tan pronto como sea posible después de haber estado en cama durante un tiempo, como después de una cirugía, enfermedad o lesión.
Si usted tiene riesgo de trombosis venosa profunda, hable con su médico sobre lo siguiente:
Las medias de compresión graduada (a veces llamadas “medias de compresión médica”).
Los medicamentos (anticoagulantes) para prevenir la trombosis.
Después de permanecer sentado por mucho tiempo, como ocurre durante un viaje de más de 4 horas:
Levántese y camine cada 2 o 3 horas.
Mientras esté sentado ejercite las piernas de la siguiente manera:
Levante y baje los talones manteniendo las puntas de los pies en el suelo.
Levante y baje las puntas de los pies mientras mantiene los talones en el suelo.
Apriete y afloje los músculos de las piernas.
Use ropa suelta.
Usted puede reducir su riesgo al mantener un peso saludable, evitar la vida sedentaria y seguir las recomendaciones del médico según sus factores de riesgo en particular.
Complicaciones
Las complicaciones frecuentes de la trombosis venosa profunda incluyen
Insuficiencia venosa crónica
Síndrome posflebítico
Embolia pulmonar
Con menor frecuencia, la trombosis venosa profunda aguda produce leucoflegmasia dolorosa (flegmasia alba dolens) o flegmasia cerúlea dolorosa (flegmasia cerulea dolens), ambas responsables del desarrollo de gangrena venosa si no se diagnostican y tratan en forma oportuna.
En la leucoflegmasia dolorosa, una complicación infrecuente de la trombosis venosa profunda durante el embarazo, la pierna adquiere un color blanco lechoso. La fisiopatología es incierta, pero el edema puede aumentar la presión del tejido blando, que supera las presiones de perfusión capilares y genera isquemia tisular y gangrena húmeda.
En la flegmasia cerúlea dolorosa, una trombosis iliofemoral masiva provoca una oclusión venosa casi completa; la pierna experimenta isquemia, dolor intenso y cianosis. La fisiopatología puede caracterizarse por estasis completa del flujo sanguíneo venoso y arterial en el miembro inferior debido a la obstrucción del retorno venoso o a edema masivo que detiene el flujo sanguíneo arterial. También puede producirse una gangrena venosa.
La infección rara vez se desarrolla en los coágulos venosos. La tromboflebitis supurada de la vena yugular (síndrome de Lemierre), que es una infección bacteriana (en general anaerobia) de la vena yugular interna y los tejidos blandos circundantes, puede producirse tras una faringoamigdalitis y a menudo se complica con bacteriemia y sepsis. En la tromboflebitis pelviana séptica se producen trombosis pelvianas posparto, que luego se infectan y causan fiebre intermitente. La tromboflebitis supurada (séptica), una infección bacteriana de una vena periférica superficial, comprende la infección y la formación de coágulos que suele producirse debido a la colocación de un catéter venoso.
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